🔴 Lucía de Gran Hermano compartió una impactante revelación sobre su familia al afirmar: “Querían que hiciera tratamiento psicológico para convertirme en heterosexual”.

En esta edición reciente de Gran Hermano en Telefe, con 21 participantes (uno ya eliminado por el público el pasado domingo), se destacan diversas personalidades y vivencias. Juliana, conocida como Furia, se ha convertido hasta el momento en la participante de carácter más firme y controvertido, generando tensiones en la convivencia entre los hermanitos. Sin embargo, en la gala de eliminación, fue la favorita del público y se salvó, a diferencia de Hernán, quien quedó fuera de la casa más famosa del país.

En medio de la adaptación al reality y sus desafíos, el resto de los participantes se va ajustando a la dinámica del programa. Durante el pasado lunes, las chicas se congregaron en la habitación que comparten y, mientras compartían el mate, conversaron sobre sus vidas. La sorpresa llegó cuando Lucía tomó la palabra y compartió una situación personal que dejó a todas asombradas.

La revelación de Lucía de Salta surgió cuando detallaba su relación con su novia, indicando que esta situación "no era aceptada por su familia". Explicó: "A mi casa ella no viene, yo sí a la de ella. Pero bueno, a la casa de mi abuela sí va, a la casa de mis tíos también, pero a mi casa no". Posteriormente, se extendió sobre esta circunstancia.

Lucía compartió detalles impactantes sobre su situación familiar al afirmar: "No va a mi casa porque mi papá la ve y la mata, básicamente. Mi papá la enfrentó a mi novia y todo. Y mi novia se le plantó. Y hay que plantársele a mi papá, es como plantársele a un militar", expresó sin filtros. Además, reveló un dato sorprendente: "¿Sabían que hay como centros de conversiones? Son centros de conversiones. O sea, a mí me quisieron mandar con una psicóloga, de España, que 'te curaba'".

En ese momento, todas sus compañeras comenzaron a hacerle preguntas al mismo tiempo, y Lucía agregó: “No sé bien qué te harán, boluda. A mí me dijeron tipo electroshock, todas esas cosas”. Al oírla, exclamaron: “¡Ay, no!”. Lucía afirmó: “Para mí es re normal eso, que te intenten ‘convertir’”, mientras estaba sentada en la cama. Sus compañeros comentaron que Salta era un lugar muy tradicional. “Mi familia pertenece a un lugar, de elite, donde a los 15 años tenés un baile en una época del año donde un chico te tiene que invitar. Se llama ‘El baila de jovencitas’”, explicó. “Eso se usaba para que los hombres pudieran ver a las chicas y supieran a quiénes podían elegir en un futuro. Para que te presenten el apellido y el nombre. Es ‘el’ evento de la familia, del año”, reveló Lucía.

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