Gran Hermano: Valentina Ginocchio se consagra ganadora y obtiene premio en la final de líder del martes 28 de febrero

El programa televisivo Gran Hermano (Telefe) llegó a la esperada definición del líder de la semana, una decisión particular en la que los participantes no ganaron la tradicional prueba, sino que la misma fue otorgada por el voto del público que eligió a uno de los familiares que ingresó como visita. Después de nueve días de tensión y emociones, la disputa final se llevó a cabo entre Rodolfo Castañares, padre de Nacho, y Valentina Ginocchio, hermana de Marcos. Uno de ellos se consagró como el gran ganador.

El lunes 20 de febrero, los seis jugadores recibieron la sorpresa de la visita de un familiar, quienes además de brindarles apoyo, incidieron en el juego con la definición del líder de la semana a través de ellos. La duración de la estadía se definió con el voto diario de la gente, que decidió quién se iba del programa. La final se dio entre Valentina y Rodolfo y fue la salteña la ganadora de la votación.

Con el 46,53 % de los votos del público, Valentina Ginocchio se consagró como la menos votada, lo que le otorgó la esperada victoria que durante nueve días mantuvo en vilo a todos los jugadores. De esta forma, Marcos se convirtió en el líder de la semana, ganó inmunidad y la posibilidad de salvar de placa a uno de los nominados, que se conocerán en la gala de este miércoles.

Pero eso no fue todo, Rodolfo y Valentina tuvieron que decir si querían quedarse hasta el domingo en la casa, y mientras el padre de Nacho no dudó en responder que sí, los Ginocchio analizaron la situación en una charla en la que finalmente aceptaron. De esta forma, ambos disfrutarán cinco días más en el juego.

Además, los hermanos recibieron como premio dos motos eléctricas por haber resultado ganadores. La definición del líder de la semana en Gran Hermano siempre es un momento esperado por los televidentes y esta vez fue muy particular al ser otorgada por el voto del público a través de los familiares de los participantes. Sin duda, esta definición dejó un sabor agridulce entre los jugadores, pero al final del día, solo uno podía ser el ganador.