Valeria Mazza cumplió 50 años , hizo una mega fiesta que duró 3 días

Ella también cumple. Espléndida y referente internacional del mundo de la moda, Valeria Mazza apeló a todo el glam posible para celebrar su medio siglo de vida. La top model, empresaria y conductora decidió tirar la casa por la ventana o, mejor dicho, hacer de Paraná, la ciudad en la que pasó gran parte de su infancia y adolescencia, el gran escenario para el festejo.

Un cambio de década siempre implica balances y replanteos. Pensando en esas cuestiones, la diva decidió que la llamada “mitad de la vida” debía celebrarse en esa ciudad que la vio crecer sobre las barrancas que balconean al Paraná, en la capital de Entre Ríos, esa provincia de tierra acuchillada tan cercana y, a la vez, tan distante de Buenos Aires.

La mujer de Alejandro Gravier invitó a amigos muy queridos que fue cosechando en su vida laboral y sumó a aquellos que forman parte de su círculo personal más íntimo conformado por los amigos de la infancia y sus compañeros de colegio. La cosa fue a lo grande, a la medida de su estelaridad. Si una fiesta siempre es motivo de estrés, esta vez los descorches se extendieron durante tres días.


Los festejos comenzaron el pasado viernes, cuando llegaron a la ciudad de Paraná algunos de los amigos más queridos que la modelo cosechó en el mundo de la moda. Benito Fernández, Fabián Medina Flores, Gabriel Lage, Fabian Zitta, Soledad Solaro y Lorena Ceriscioli fueron algunas de las figuras que arribaron provenientes de Buenos Aires. El coctel de bienvenida fue en el Hotel Mayorazgo, lugar donde también se alojaron durante la estadía de tres días.

Ese mismo viernes, una comida en un coqueto grill de la ciudad coronó la primera jornada de celebraciones.El sábado, a la delegación de famosos se sumó la de los compañeros del colegio y amigos de la infancia. Todos juntos, en una original propuesta, se subieron a un bus turístico y realizaron un city tour por la ciudad. La empresaria anfitriona no dudó en oficiar de guía y contarles a los visitantes las virtudes de su terruño.

Luego del almuerzo en un club local, la delegación tuvo la tarde libre para prepararse para la gran fiesta de la noche. En el mismo hotel donde se realizó el coctel de bienvenida, se llevó a cabo la Golden Party. El lugar, además de ser muy coqueto, sumaba un valor simbólico: allí mismo la top model había celebrado su cumpleaños de 15.

La fiesta fue organizada por Cristina Uranga y Luli Laurencigh, y musicalizada por DJ Nono, todos de la ciudad de Paraná, lo cual demuestra el valor que la ciudad tiene para Mazza y la generosidad de apostar por el talento local.

El cantante CAE cerró la noche con un show donde todos bailaron y cantaron sus hits. El domingo, antes del regreso a Buenos Aires, los invitados almorzaron frente al río, en una bucólica jornada de despedida que todos agradecieron.

Valeria Mazza, fiel a su esencia, lució en cada jornada diseños bien diferentes. El viernes apostó a Menage a Trois y el sábado al mediodía por Twinset. Para la gran fiesta del sábado, Valeria impactó con un vestido de Roberto Cavalli. Como desde hace décadas, Diego Impagliazzo se ocupó de sus peinados y Poli del make up. El menú en cada lugar fue elegido por Valeria y acompañado con vinos y champagne de una reconocida marca.

Fueron tres días dignos de un cuento de hadas. En esa ciudad ribereña, donde Valeria jamás dejó de estar, la empresaria de la moda y el estilismo, fue generosa y afectuosa con esa barra de seres queridos para los que sigue siendo Vale, la chica que soñaba con ser educadora y que Mirtha Legrand descubrió en un desfile y catapultó al merecido estrellato internacional.